sábado, 27 de octubre de 2007

DIMENSIÓN HUMANA EL VIH SIDA. Dossier de Lectura

LA DIMENSIÓN HUMANA

Sida. Individuo y sociedad ante la enfermedad

El fenómeno del sida ha puesto de relieve una serie de valores y actitudes, que afectan tanto al individuo como a la sociedad en general. Nos enfrenta a la irrevocable realidad de que la enfermedad y la muerte forman parte inseparable de nuestro ser y ecosistema. El sida ha construido nuevos modos de hablar y pensar, y plantea cuestiones relevantes que a menudo ponen de manifiesto nuestros prejuicios, fobias sociales y nuestra aceptación y tolerancia hacia el sufrimiento. La esencia humana es en sí misma un gran misterio. Surgido de la nada, lanzado a la vida sin quererlo, el destino irrevocable del ser humano es la nada. Su existencia es a la vez un destino trágico y paradójico, que tiene su máxima representación según Schopenhauer en la "voluntad de vivir", fuerza cósmica, irracional y sin meta, que conduce al ser humano al continuo fracaso, angustia y desesperación. El dolor y el sufrimiento acompañan siempre nuestra vida. Los filósofos existencialistas como Kierkegaard redundan en la idea de angustia. Heidegger decía que "el hombre es un ser para la muerte" y Sartre definía la existencia humana como una "una pasión inútil". Por eso, el dolor y el sufrimiento del sida, deberían asumirse no tan sólo como una idea sino como una forma de ser existencial. Ni siquiera la presencia inminente de la muerte puede privar de sentido la existencia humana. Ante la muerte los valores vitales se trasmutan, los problemas se relativizan, la solidaridad y la tolerancia adquieren mayor importancia. El fenómeno del sida exige asimismo considerar nuevas actitudes éticas desde lo que actualmente se denomina la "ética de la responsabilidad". Una ética fundamentada en la libre voluntad individual y en normas concretas de acción que ayuden al ser humano a conseguir una vida individual y colectiva fecunda. Tales normas no tienen por qué contradecir necesariamente la libertad o la responsabilidad de la persona humana. De ahí que toda orientación ética respecto al sida deba analizar qué modelos de comportamiento individual y social no han resultado válidos y, además, formular y fundamentar respuestas positivas. Entre las múltiples cuestiones que pueden ayudar a orientar una reflexión ético-filosófica sobre el tema destacamos las siguientes: ¿Por qué el dolor y el sufrimiento del sida? ¿culpa y castigo?, ¿expiación del pecado?, ¿azar o mala suerte?, ¿desafío a la naturaleza? ¿Cuáles son las responsabilidades del individuo afectado por el sida para consigo mismo y con la sociedad? ¿Qué responsabilidades tiene la sociedad con él?, ¿Cuáles deberían ser las pautas ético-profesionales o deontológicas de los medios de comunicación respecto al sida? ¿En qué sentido las actitudes individuales y sociales continúan siendo discriminatorias respecto al sida? ¿cuáles son los actuales rostros del sida? ¿Qué podemos hacer?

No hay comentarios: